Sábado, conocemos todos que es el día de descanso por excelencia entre la colectividad judía. Nuestros vecinos de arriba lo respetan. O bueno, dicen que lo respetan.
Exactamente hace 5 minutos estaban en lo peor haciendo rodar juguetes por el piso, saltando y pataleando. Acabo de subir con ánimos de batalla y violencia.
Pero no he logrado mi misión 100%.
Aparentemente dejaron de hacer ruido, pero el enemigo ha declarado estado de terror absoluto, ya no nos abren la puerta, nos atienden los reclamos por detrás de ese fuerte de madera con picaporte y mirilla, uno nunca sabe si nos miran por ahí como objetivo siguiente a aniquilar o qué.
Yo supongo que no abren la puerta por el simple terror a que los matemos a golpes.
Próximas noticias en un futuro.
Atentamente, La vecina de abajo.
Teniente.-
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