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Próximamente: los problemas no son solo con la gente del 8º, el conflicto se está yendo a las nubes y alcanza el 9º piso!!
Gracias.
Los vecinos de abajo.-
martes, 26 de mayo de 2009
Manejo del conflicto: parte II.
Claro que la sucesión no funcionó. Y acá va un poco de historia a incluir en el previo y minucioso relato sobre la escala a ver quién se hacía cargo de la irritante situación vecinal.
Una madre impaciente y mi hermano, un futuro ingeniero, no eran exactamente los partidos ideales para lidiar con el problema.
Papá? no tanto, papá no suele ser el encargado de afrontar estas situaciones, él opta por el perfil bajo, se duerme una siesta y 'aquí no pasó nada'. Papá es un tipo tranquilo, no se sale de sus casillas y maneja las situaciones con calma. Salvando situaciones vecinales como estas, alguna vez lo pesqué a los gritos con los vecinos por el aire y luz mandandolos, en buenos términos, a irse al lugar por donde su madre los trajo al mundo.
Y finalmente, siendo que somos 4 habitantes en casa, llegó mi turno. Dicen de los hijos menores que son los más caprichosos y quisquillosos. De eso no me meto a hablar porque no podría ser autocrítica a ese punto, esas suelen ser características que otro te hace notar, aunque sí puedo hablar de mi don de la paciencia. Desde jóven fui desarrollando esta capacidad de espera, de dar otra oportunidad... Pero debo afirmar que estos vecinos generando peores sensaciones que la de tener una astilla abajo de la uña me sacaron. Arruinaron, casi 2 décadas de desarrollo minucioso de tal don.
Yo, lejos de la violencia opté por la ira. En mis encuentros con los vecinos de arriba todo fue calmo pero los gestos fueron mis grandes amigos. Mi método fue más directo: subir, clavar la mano en el timbre hasta que me atendían, y cuando abrían la puerta poner mi mejor cara de odio y retirarme, dicen que una imágen vale más que mil palabras.
También, claro, además de palabras, creo que mi única interacción verbal fue con el hombre de la casa, el "esssssssssstúpido" (ya les contaremos de eso más adelante), sucedió un día que uno de sus críos jugaba a martillar y sin pensar y con toda la frialdad del mundo toqué timbre y solo salió de mi boca un "DEJÁ DE MARTILLAR!"; a lo que el iluso respondió "pero es el nene jugando", y no tuve mas remedio que responderle que si quería jugabamos a que yo le martillaba la cabeza a él.
Asique como conclusión: desarrollen la paciencia que es un bien preciado, y cuando la pierdan, asegurense de entrenar el índice para atormentar a timbrazos a todo el vecindario.
Saludos!
La vecina de abajo.-
Una madre impaciente y mi hermano, un futuro ingeniero, no eran exactamente los partidos ideales para lidiar con el problema.
Papá? no tanto, papá no suele ser el encargado de afrontar estas situaciones, él opta por el perfil bajo, se duerme una siesta y 'aquí no pasó nada'. Papá es un tipo tranquilo, no se sale de sus casillas y maneja las situaciones con calma. Salvando situaciones vecinales como estas, alguna vez lo pesqué a los gritos con los vecinos por el aire y luz mandandolos, en buenos términos, a irse al lugar por donde su madre los trajo al mundo.
Y finalmente, siendo que somos 4 habitantes en casa, llegó mi turno. Dicen de los hijos menores que son los más caprichosos y quisquillosos. De eso no me meto a hablar porque no podría ser autocrítica a ese punto, esas suelen ser características que otro te hace notar, aunque sí puedo hablar de mi don de la paciencia. Desde jóven fui desarrollando esta capacidad de espera, de dar otra oportunidad... Pero debo afirmar que estos vecinos generando peores sensaciones que la de tener una astilla abajo de la uña me sacaron. Arruinaron, casi 2 décadas de desarrollo minucioso de tal don.
Yo, lejos de la violencia opté por la ira. En mis encuentros con los vecinos de arriba todo fue calmo pero los gestos fueron mis grandes amigos. Mi método fue más directo: subir, clavar la mano en el timbre hasta que me atendían, y cuando abrían la puerta poner mi mejor cara de odio y retirarme, dicen que una imágen vale más que mil palabras.
También, claro, además de palabras, creo que mi única interacción verbal fue con el hombre de la casa, el "esssssssssstúpido" (ya les contaremos de eso más adelante), sucedió un día que uno de sus críos jugaba a martillar y sin pensar y con toda la frialdad del mundo toqué timbre y solo salió de mi boca un "DEJÁ DE MARTILLAR!"; a lo que el iluso respondió "pero es el nene jugando", y no tuve mas remedio que responderle que si quería jugabamos a que yo le martillaba la cabeza a él.
Asique como conclusión: desarrollen la paciencia que es un bien preciado, y cuando la pierdan, asegurense de entrenar el índice para atormentar a timbrazos a todo el vecindario.
Saludos!
La vecina de abajo.-
Manejo del conflicto
Mientras vamos recopilando material multimedia de quienes nos hacen molesta la existencia, les voy a contar el por qué de esta guerra. Uno diría: estos pibes se están zarpando, guerra es demasiado. Leé lo que sigue y después me contás.
Cuando empezamos a sentir sonidos molestos que venían del piso de arriba, y empezaban a perjudicar las actividades diarias, hicimos un concilio familiar y decidimos que la que iba a manejar la situación iba a ser mamá. Mamá tiene algunas características que la hacen la indicada para el manejo de conflictos, pero aparentemente los abortos que tenemos de vecinos tienen algunas características que no los hace indicados para mamá. Por algún motivo la relación vecinos-madre se fue deteriorando, y decidimos reemplazar el mediador cuando empezó a adoptar la estrategia de: "me voy a quedar colgada del timbre hasta que me abran estos hijos de puta". Mamá justificó ante su psiquiatra que la vecina de arriba le había dicho que "las casas son para hacer ruido" y lo que ella estaba haciendo era una simple demostración de que "los timbres son para tocar". Rivotril.
El sucesor resulté ser yo. Se sabe que no soy un tipo muy paciente, pero cuando me lo propongo lo logro. Los primeros ascensos podrían calificarse como positivos. Reinó la paz durante un tiempo hasta que se dio la situación de "hoy es domingo, asi que se puede hacer ruido todo el dia". "No tontito" -le dije- hoy es horario de descanso todo el dia". Pero él no tiene por qué estar al tanto del reglamento de co-propiedad, con todo el ruido que hay en su casa debe ser difícil concentrarse para leerlo. Definitivamente esto fue un punto de inflexión en el conflicto. Me di cuenta que el enemigo era mas estúpido de lo que pensaba. Por esto es que me puso mal, pero no me sorprendió el asunto de "y como querés que haga para que los chicos no arrastren cosas por el piso?".
De ahí en adelante todo fue cada vez más y más oscuro, hasta que decidieron no atendernos más el timbre. Y bueno, es lógico, a nadie le gusta que le señalen sus imperfecciones. Menos cuando tiene tantas! Pero como estamos entre muy enojados y un poco locos decidimos pasar a un nivel más interesante. Ahora que lo sepan todos!
En breve, la carta del tipo del noveno, la campaña del blog dentro del edificio y el shoutbox para descargarte con tus vecinos!!
El vecino de abajo.
Cuando empezamos a sentir sonidos molestos que venían del piso de arriba, y empezaban a perjudicar las actividades diarias, hicimos un concilio familiar y decidimos que la que iba a manejar la situación iba a ser mamá. Mamá tiene algunas características que la hacen la indicada para el manejo de conflictos, pero aparentemente los abortos que tenemos de vecinos tienen algunas características que no los hace indicados para mamá. Por algún motivo la relación vecinos-madre se fue deteriorando, y decidimos reemplazar el mediador cuando empezó a adoptar la estrategia de: "me voy a quedar colgada del timbre hasta que me abran estos hijos de puta". Mamá justificó ante su psiquiatra que la vecina de arriba le había dicho que "las casas son para hacer ruido" y lo que ella estaba haciendo era una simple demostración de que "los timbres son para tocar". Rivotril.
El sucesor resulté ser yo. Se sabe que no soy un tipo muy paciente, pero cuando me lo propongo lo logro. Los primeros ascensos podrían calificarse como positivos. Reinó la paz durante un tiempo hasta que se dio la situación de "hoy es domingo, asi que se puede hacer ruido todo el dia". "No tontito" -le dije- hoy es horario de descanso todo el dia". Pero él no tiene por qué estar al tanto del reglamento de co-propiedad, con todo el ruido que hay en su casa debe ser difícil concentrarse para leerlo. Definitivamente esto fue un punto de inflexión en el conflicto. Me di cuenta que el enemigo era mas estúpido de lo que pensaba. Por esto es que me puso mal, pero no me sorprendió el asunto de "y como querés que haga para que los chicos no arrastren cosas por el piso?".
De ahí en adelante todo fue cada vez más y más oscuro, hasta que decidieron no atendernos más el timbre. Y bueno, es lógico, a nadie le gusta que le señalen sus imperfecciones. Menos cuando tiene tantas! Pero como estamos entre muy enojados y un poco locos decidimos pasar a un nivel más interesante. Ahora que lo sepan todos!
En breve, la carta del tipo del noveno, la campaña del blog dentro del edificio y el shoutbox para descargarte con tus vecinos!!
El vecino de abajo.
lunes, 25 de mayo de 2009
Perturbaciones sonoras
La actividad humana lleva asociada la generación de ruido. Es lógico, de toda la energía producida parte se invierte en la actividad propiamente dicha, parte en mantenerse vivo (37 grados, digerir, algunos hasta piensan) y otra parte inevitablemente se convertirá en ruido.
De hecho esto es tan así que nuestro cuerpo está acostumbrado a ignorar el ruido. Pero si el lector hace el ejercicio de concentrarse en lo que "no está escuchando" se dará cuenta que hay mucho ruido de fondo que no está teniendo en cuenta.
En particular nuestro barrio es ruidoso. Mucha gente, muchos negocios, mucho transporte público, muchos edificios (eso hace que el sonido rebote). Es probable que hayamos ganado cierta habilidad para filtrar el ruido, el cerebro hace esto como mecanismo para poder conciliar el sueño durante la noche (y la siesta si el cosmos lo permite) y no volverse loco. En general se sabe que este mecanismo (el de ignorar el ruido) funciona mejor con los sonidos periódicos, es decir: es mucho más fácil ignorar el sonido del segundero del reloj que el repentino arranque de la heladera.
Pero definitivamente este mecanismo está muy bien aceitado y es sin lugar a dudas el que nos permite mantener cierto nivel de cordura.
Lamentablemente, tengo que reconocer que mi sistema se dañó, el filtro dejó de andar. Desde hace unos años, unos abortos de la naturaleza decidieron mudarse al piso de arriba. Al parecer son una especie de Sokoban viviente que no paran de arrastrar cosas por el piso, osea mi techo! O tal vez sean adictos al feng-shui y se la pasen reacomodando sus muebles. O quien sabe, ¿habrán instalado una pista de patinaje?
Como si esto fuera poco, tienen algo así como 5 abortitos que todavía no descubrieron que ninguna parte de su piso es cama saltarina. Que las distancias de un dpto. de 80 mts cuadrados les parecen infinitas y por eso se trasladan corriendo.
O tal vez lo que se esconde arriba sea un equipo de "palo saltarín". No lo sé.
La próxima les contamos de: "Sos malaaaaaaaaa", "Y si viene el mesías que le vas a decir?" y otros gritos de guerra del loquero de arriba. La guerra empezó, no te la pierdas!
El vecino de abajo
domingo, 24 de mayo de 2009
A modo de introducción
Empecemos esto y expliquemos de qué trata.
Para ponerse en clima: qué habitante de edificio (en las casas no sucede tanto), no se encontró con algún vecino que no quiso adaptarse al código de convivencia?.
Y acá algunos de los problemas más frecuentes, para ver con qué vecino se identifican más:
Cansados de todo esto, de que nos interrumpan el estudio, del zapateo, del griterío, por qué no compartir con la gente, la situación que probablemente le suceda a mas de un lector.
Muchas gracias.
La vecina de abajo.-
Para ponerse en clima: qué habitante de edificio (en las casas no sucede tanto), no se encontró con algún vecino que no quiso adaptarse al código de convivencia?.
Y acá algunos de los problemas más frecuentes, para ver con qué vecino se identifican más:
- El vecino íntimo: no deja que el fumigador entre a la casa.
- El atleta: corre por la casa por falta de ingresos para pagar el gimnasio.
- El cheff: nunca falta uno que cocina coliflor e inunda de ese aroma que no todos disfrutamos.
- El director de Ópera frustrado: pone la música clásica a todo lo que da.
- El reproductor: fiel a la biblia, esta familia vecina procrea constantemente produciendo una orquesta de llantos infantiles.
- El cheff II: ama comer fresco, pero no muy sano: cocina milanesas todos los dias a la noche, pero le gustan finitas asique las golpea.
- El dueño del ascensor: no logra acumular la paciencia para esperar el ascensor y para que no se le escape lo deja abierto en su piso.
- El de la chicharra (ligado al dueño del ascensor): deja la puerta abierta logrando que a todo el edificio le moleste la chicharra delatora, pero misteriosamente a él no le molesta.
- El músico: toca la guitarra eléctrica a cualquier hora, y claro, a cualquier volumen.
- El cheff frustrado: que te inunda el aire y luz de baranda a tostada quemada.
- El ecologista: sí, ese que ahoga las plantas que tiene en la ventana y te moja todo el living con el agua que las pobres plantas claramente no absorvieron.
- Etc.
Cansados de todo esto, de que nos interrumpan el estudio, del zapateo, del griterío, por qué no compartir con la gente, la situación que probablemente le suceda a mas de un lector.
Muchas gracias.
La vecina de abajo.-
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