Estimados todos.
Queridisimos lectores.
Hoy es un día especial.
Tal vez la mañana fue algo fresca, un día típico otoñal de Mayo, algunas nubes tapaban el cielo azul.
Todo comenzó en la tarde-noche de ayer. Nuestro señor padre salió al balcón a descolgar la ropa lavada de la cuerda. Entre broches y sábanas con olor a suavizante de reconocida marca con nene rubio como personaje, divisó unas sombras extrañas. Descartando la opción de la acumulación de murciélagos, y también un ladrón hombre araña, trajo la primicia.
No era nada confirmado hasta entonces, y mas allá de tener una ilusión latente, no quisimos apresurarnos en los festejos, asi que nos fuimos a dormir como es costumbre, como si hubiera sido un día común y corriente en la cuadra de Doctor José Valentín Gómez.
Amanecimos hoy, regularmente, y yo fui la primera en salir del hogar. Ya emprendiendo mi caminata diaria hacia el trabajo, salí del edificio, inhalé una bocanada de aire abundante y miré al cielo, como buscando un milagro.
Y ahí estaba.
El cartel del milagro.
SE VENDE.
Sin entender exactamente lo que pasaba, llamé a mamá.
-Hola, paso algo?
-Mami, decime que el 10º piso no tiene balcón.
-No, no tiene.
-LOS RECONCHUDOS DEL OCTAVO VENDEN EL DEPARTAMENTO!!!
Corté, y no moví la vista del cielo.
Ahi estaba, el cartel, el milagro. Me quedé mirando al cielo, como buscando a Dios. Yo sabía que él estaba ahí, y había hecho realidad el sueño de mi familia.
La sospecha de mi viejo era cierta. No habían murciélagos ni ladrones, la sombra era el cartel de venta del departamento.
No sabemos cuándo, pero es un hecho que venden el departamento y se van.
Los condenados vecinos de arriba, se van.
Se me hace difícil evitar el pensamiento de quiénes vendrán en su reemplazo, pero no es momento ahora de pensar en eso.
La alegría no es solo brasilera.
Y queremos compartirla con ustedes, queridos lectores.
Prometemos mantenerlos informados, y obviamente, estamos a la espera de los nuevos vecinos que vendrán, y esperamos poder contarles historias sobre lo cool y buena gente que son.
Atentamente y feliz.
La vecina de abajo.-